Punto y final a la temporada 2021/22 de las competiciones FEB. La Final Four de la LEB Oro, celebrada en el Pavelló Fontajau, cerró una campaña espectacular con un incremento de la repercusión y el nivel deportivo de la liga. Para el Área Arbitral también significó un punto y seguido al trabajo de seguimiento y formación de sus árbitros.

En Girona estuvo Juan Luis Redondo, presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) siempre pendiente de todas las actividades del área, que asegura que “después de vivir muchos eventos a lo largo de mi carrera, es un orgullo participar en esta Final a Cuatro en Girona como presidente del Comité”.

Para Redondo estar al lado de los árbitros en estos torneos “tiene la importancia de que vean que están respaldados por la Federación y por el propio Presidente Garbajosa, quien siempre esta atento al colectivo, con una cercanía y sensibilidad muy apreciada por nosotros. A la postre, si a los árbitros les transmitimos y perciben esa seguridad y confianza necesaria para dirigir partidos de alta tensión, trabajan con libertad, siendo el resultado un éxito, pasando inadvertidos y velando por el buen desarrollo de un juego cada temporada más atractivo y vistoso, como hemos podido comprobar en Girona.” El presidente del CTA también apunta que “después de una gran temporada en la que hemos de nuevo hecho un esfuerzo por dotar de todas las herramientas disponibles a nuestro alcance para ayudar en su trabajo, este evento es el colofón donde demostrar que estamos trabajando para llegar al máximo nivel que requiere.”

Junto a los árbitros estuvo siempre Ángel Pérez Bergua, responsable técnico del Grupo 1: “hemos llevado a Girona a siete árbitros que tienen la difícil labor de representar a los otros 70 que conforman el G1. Son elegidos de acuerdo a su rendimiento en Liga Regular y playoff, pero podrían haber venido más… Es la difícil tarea del designador y prueba fehaciente de que el trabajo técnico da sus frutos y que el nivel de los árbitros sube como lo está haciendo el de los equipos. Hemos trabajado con ellos en el ‘scouting’ de los equipos, en prepararlos para el control de partido, conocer la forma de juego de las plantillas…” Bergua habla de responsabilidad como palabra clave: “somos conscientes de que ha sido un escaparate para todos, incluidos los árbitros. Es una competición de máximos, en la que los equipos se juegan la temporada en 40 minutos; y nuestra representación tiene que ser acorde a la importancia del evento.”

Uno de los árbitros que dirigió la final entre el Bàsquet Girona y el Movistar Estudiantes fue Fran Zafra. Antes de ese partido aseguraba que “es el colofón al trabajo que hemos realizado. Somos siete en Girona, pero representamos a todo el grupo. Es un placer y un orgullo participar en un torneo como éste.” Para el árbitro valenciano es “un privilegio y una responsabilidad participar en un torneo donde los clubes se juegan tanto. Para nosotros, igual que para ellos, es también el objetivo de la temporada.”