ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Xavier Amorós acumula en su trayectoria 29 temporadas como árbitro, 870 partidos en la Liga ACB y ocho temporadas de Euroliga. Un histórico del arbitraje español que cumple ya cinco años trabajando en el Área de Árbitros FEB. Esta temporada está centrado en la formación de los jóvenes árbitros, asegurando que “es gratificante ver la progresión desde las primeras experiencias en los Campeonatos de España”.

Asegura que la salud de la cantera arbitral es buena (“se van incorporando jóvenes con talento y mucho futuro gracias al buen trabajo de las Federaciones Autonómicas”) y que la formación arbitral ha evolucionado “positivamente en los últimos años, gracias también a las nuevas tecnologías.”

Pero el arbitraje para Xavi Amorós es algo más que su profesión: “ha marcado mis relaciones, la filosofía de vida, la manera de tratar a la gente, cómo llevar el día a día…” De hecho, asegura que su mejor amistad se la dio el baloncesto, una noche que se quedó a dormir en Valencia después de un partido: “Martín Labarta, el delegado del club, me invitó a cenar esa noche y se convirtió en la mejor persona que he conocido en mi vida.”

Una nueva labor dentro del Área de Árbitros ¿Contento de trabajar con los más jóvenes?
Realmente no es una labor nueva. Cuando llego a la FEB en 2017 soy el responsable de formación arbitral trabajando con los jóvenes con mayor proyección. Mi tarea actual es más específica, trabajando de forma transversal con árbitros del grupo 1, 2 y 3. Es gratificante porque vas viendo su progresión, desde sus primeras experiencias en los Campeonatos de Minibasket a la evolución en los diferentes campeonatos.

En el mundo de los entrenadores se dice que los mejores deberían entrenar en formación… ¿pasa igual con los árbitros?
La calidad de la formación depende de la calidad de los técnicos. Es verdad que también depende de las herramientas que tienes para la formación, pero es importante tener técnicos bien preparados.

¿Cómo se encuentra la salud de la cantera de árbitros?
Se van incorporando jóvenes con talento y con mucho futuro gracias al trabajo de las Federaciones Autonómicas. En los últimos años estamos viendo árbitros muy jóvenes con mucho talento y que llegan de lugares distintos. También es positivo que no sean de Federaciones grandes, sino que lleguen también desde las pequeñas.

¿Cómo ha evolucionado la formación arbitral?
Muy positivamente. Se ha avanzado mucho trabajando con una metodología en la que es básico que todos los técnicos transmitan los mismos mensajes. Es cierto que también nos hemos aprovechado de las nuevas tecnologías para ayudar a la formación arbitral. La posibilidad de la edición de video ha cambiado mucho la metodología.

También estás colaborando con el área técnica de la ACB… Siempre es bueno trabajar todos juntos ¿no?
Tampoco es algo nuevo. Hay una comisión arbitral conjunta en la que compartimos información en dos aspectos diferentes: el de los árbitros internacionales FIBA y el del grupo de árbitros con futuro ACB. Entra dentro del convenio entre el Consejo Superior de Deportes, la ACB y la FEB y resultad interesante compartir la información de diferentes actividades federativas.

Sigues siendo uno de los árbitros con más partidos en Liga Endesa ¿es motivo de orgullo?
Más que orgullo, me siento un privilegiado. Poder convertir tu profesión en lo que a uno le gusta es algo que no tiene precio. Soy un privilegiado por poder disfrutar del baloncesto como lo he hecho.

Has dirigido muchísimos partidos de alto nivel ¿con qué partido te quedas? ¿De cuál guardas un mejor recuerdo?
Es difícil quedarse con uno. Han sido muchos partidos en la ACB y ocho temporadas de Euroliga. Al final te quedas con las finales, con los partidos con más en juego por la trascendencia que tienes. Pero igual me quedo con un partido internacional muy igualado, con pocos puntos, con decisiones finales complicadas, y en el que el entrenador que perdió vino después del partido a felicitarme por mi trabajo. Lo tengo guardado como un recuerdo especial.

¿Se puede tener relación de amistad con jugadores y/o entrenadores?
Es inevitable. Son muchos años de relaciones personales y laborales. Tenemos que saber diferenciarlo, pero es verdad que somos seres humanos y no estamos aislados del mundo. Se trata de no aprovecharte de esas relaciones personales sino de poner en común algunas situaciones.

Háblanos de personas del baloncesto con las que has tenido una especial relación, ya sea dentro o fuera del campo.
Hay muchos casos, pero tengo un caso especial. Hace muchos años, después del partido, mis compañeros regresaron a sus domicilios y yo me quedé en la ciudad para coger el avión al día siguiente. El delegado de campo del club local vio que me quedaba solo y me invitó a cenar con su familia. Era Martín Labarta, del Valencia Basket, y fue uno de mis mejores amigos y una de las grandes personas que he conocido en mi vida.

¿Cómo ha influido en tu vida personal haberte dedicado al arbitraje?
Empecé muy joven con el arbitraje, y al mismo tiempo iba madurando como persona y creciendo como árbitro. Ha marcado todo: mis relaciones, la filosofía de vida, la manera de tratar a la gente, cómo llevar el día a día…

¿Y cómo influye en la labor de árbitro su lado humano?
Es importante esa influencia, porque no se puede desligarse una cosa de otra. Todo va junto. Y estoy convencido que para ser un buen árbitro hay que ser una buena persona. Creo que cualquier persona cuyo trabajo es impartir justicia tiene que tener unos grandes valores éticos.