¿Por qué hay tan pocas árbitras en deportes masculinos?
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04/05/2021
Solo cuatro árbitras en la historia del baloncesto español han pitado en la máxima categoría masculina. Actualmente, las federaciones potencian el talento de las colegiadas para revertir la desigualdad. Las protagonistas recuerdan cómo sacaron de la cancha el aplomo necesario para afrontar la vida y sus obstáculos
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ALEJANDRO MARTÍN
EL PAIS
La pionera fue un 10 de octubre de 1992 Pilar Landeira (Madrid, 1959). Después, durante casi treinta años, solo otras tres mujeres han logrado lo que ella: saltar con un silbato a una pista de baloncesto ACB, arbitrar partidos donde cinco tipos de hasta dos metros veinte se enfrentan a otros cinco, con el corazón desbocado a 120 pulsaciones por minuto, concentrados en lograr una canasta, una victoria.
En esa olla a presión, las cuatro árbitras refieren que lo más importante fue aprender a demostrar seguridad y cercanía, dominar el lenguaje corporal, saber ser a la vez que jueces “un poco actrices”. “Un árbitro debe asumir que solo aparecerá en los focos si es para ser señalado; y en el caso de ser mujer la discriminación suele ser doble. Si no sabes gestionar las emociones de jugadores, entrenadores y público, si no tienes aplomo, si no sabes sobreponerte a una mala crónica en prensa, te has equivocado de profesión”, dice Anna Cardús (Barcelona, 1970), la segunda en alcanzar la ACB tras Landeira.
En la actualidad la competición tiene dos árbitras en activo: Esperanza Mendoza (Cáceres, 1983) y Yasmina Alcaraz (Castellón de Ampurias, 1989). Dos de 38 totales.
En el siguiente enlace tienes disponible la entrevista completa realizada para EL PAIS por Alejandro Martín: “Además de juez, tengo que ser un poco actriz”. Por qué hay tan pocas árbitras en deportes masculinos
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