JOSÉ MANUEL PUERTAS
IDEAL

Es posible que si usted acude, patología mediante, al Hospital de Traumatología, le atienda uno de los árbitros más prestigiosos del baloncesto nacional. El protagonista de una de esas historias de 'doble vida' y malabarismos con la agenda es Enrique López Herrada, galeno adscrito a la Unidad de Miembro Superior del citado centro y, hace algunas semanas, juez principal de la final de la Copa de la Reina entre Girona y Valencia Basket.

Eso sí, aunque lleve media vida ligado al arbitraje, su sueño no era ejercerlo. «Lo mío era jugar, yo lo que quería era ganar una final olímpica», asegura ante un café y un suizo en 'Trauma'. López jugó en los noventa en el prestigioso colegio Sierra Nevada, entonces uno de los puntos neurálgicos de la canasta granadina. Pero pronto, admite, se dio cuenta de que «por ahí no iba a tener mucho recorrido». Ya afinaba entonces el ojo clínico.

En el siguiente enlace tienes disponible la entrevista completa realizada para el IDEAL por José Manuel Puertas: Doctor en el quirófano y juez en la cancha