Comenzamos una serie de entrevistas con los protagonistas del Área Arbitral FEB: un grupo de personas recientemente reestructurado con grandes nombres reconocidos del arbitraje español. El objetivo es acercar tanto la cara profesional como la más personal de un grupo humano que está trabajando en el análisis, la formación y la captación del Área. Y la primera cara visible es Juan Luis Redondo, presidente del Comité Técnico, que ha tenido que luchar durante los últimos meses con las dificultades que la pandemia ha provocado en la formación arbitral.

Asegura que “la FEB ha sido consciente y ha puesto un grupo humano de trabajo con grandes profesionales que están dando una calidad y cercanía al arbitraje, que estamos seguro de que nuestros árbitros lo van a percibir.” Compara al árbitro de baloncesto con el protagonista de la película Sully, que “tiene que tomar decisiones importantes teniendo en cuenta el factor humano que no se aprecia en los simuladores.”

Asegura que mantiene el contacto con amigos del mundo del arbitraje, y que su experiencia en las pistas ha sido muy importante para su labor como gerente de instalaciones deportivas del colegio madrileño San José del Parque.

Presidente del Comité Técnico Arbitral ¿es gratificante tu labor en el mundo del arbitraje?
Claro que es gratificante. Es un cargo de confianza del Presidente y esto hace que te sientas feliz de poder continuar aumentando tus vivencias personales gracias al arbitraje y, sobre todo, ver la ilusión que demuestran nuestros árbitros/as y las ganas que tienen en seguir mejorando día a día. Es admirable.

Han llegado nuevos nombres al Área Arbitral de la FEB ¿cómo se está trabajando actualmente?
Fantásticamente bien. Ten en cuenta que nuestros técnicos son la clave en la formación arbitral. La pandemia fue muy dura para el arbitraje, a diferencia de los entrenadores, que podía estar diariamente con sus jugadores y percibían gracias a la cercanía de entrenamientos y partidos su estado anímico. Nosotros estuvimos trabajando el mayor tiempo telemáticamente y nos perdimos el trabajo a pie de cancha que es tan necesario para todos. Hace poco vi una película llamada “Sully”. Un Airbus 320, poco después de despegar, se estrella en el río Hudson. No hay víctimas mortales, pero el comandante de la nave debe lidiar con el comité que valora negativamente su decisión. Hay un factor humano cundo estás tomando esas decisiones que no se aprecia en los “simuladores” donde otros pilotos tomarían distintas maniobras. Con esto digo que el trabajo de video que se estuvo haciendo durante estos años fue fantástico, pero nos faltaba ver y sentir lo que la cancha transmite en un partido en directo.

¿Y cómo ha sido la vuelta a la cancha de los árbitros?
La FEB ha sido consciente y ha puesto un grupo humano de trabajo con grandes profesionales que están dando una calidad y cercanía al arbitraje que se estamos seguro de que nuestros árbitros lo percibirán. Desde aquí también quiero hacer llegar mi agradecimiento a las personas que trabajan en el departamento, y en especial a Pedro Rocío por su dedicación y atención a nuestros árbitros durante este periodo tan difícil vivido para sacar la competición.

En la Federación hay que trabajar para tener árbitros de calidad en nuestras competiciones… pero también ayudar a las Autonómicas a la captación y la formación de los más jóvenes ¿es incluso ese un reto mayor?
Sé que todas las Federaciones Autonómicas realizan un trabajo excelente para aportar a sus competiciones el mejor nivel de su baloncesto y aquí esta incluido el arbitraje. En este apartado los directores Técnicos están demostrado un gran profesionalismo de trabajo y dedicación con sus árbitros/as. Cada año realizamos unas jornadas con todos ellos donde nos juntamos y hablamos del arbitraje como “Uno solo” y aquí vemos la riqueza que aportan en cada autonomía. Nuestro compromiso desde la FEB es facilitarles todos los recursos que tenemos para que puedan seguir nutriendo al baloncesto nacional. Tenemos un reto y llevamos varios años elaborando desde la FEB y que es realizar un curso de Formadores Técnicos. Por eso se está creando la documentación y material didáctico para poder impartirlo y ofrecer a nuestras federaciones un valor más en la formación de nuestros árbitros.

Evolucionan los jugadores, los entrenadores… ¿los árbitros tienen que adaptarse a los nuevos tiempos?
El arbitraje siempre ha ido de la mano de jugadores y entrenadores. No es un viaje en solitario, pues los tres forman el triangulo perfecto en la evolución del baloncesto actual.

Cada vez más el árbitro tiene que tener un buen nivel técnico… ¿pero también físico?
Sí. Es una realidad, solo hay que ver los jugadores que saltan a la cancha. El baloncesto desde hace años ha cambiado y se habla de un baloncesto mucho mas físico, lo que obliga al árbitro a adaptarse a las necesidades del juego. Es un deportista más. Date cuenta que hace mucho tiempo solo se arbitraba uno o dos partidos al mes y actualmente pueden estar arbitrando más de diez. Pero para mí lo más importante de su preparación física es que después de dos horas de partido puedan llegar al final y tomar una decisión con todas sus capacidades intactas.

¿Cómo es el nivel actual del arbitraje español? ¿Igual se valora más fuera que en nuestro propio país?
Siempre hemos dicho que en Europa el arbitraje está mucho mejor valorado que aquí. Pero en mi opinión sí tenemos el mejor baloncesto tanto femenino como masculino, estando en el ranking de FIBA Mundo los primeros puestos. El arbitraje español ha ido creciendo, gracias a la implicación de todas las Federaciones Autonómicas y a la FEB que han apostado por una dedicación y trabajo con los árbitros aportando mas recursos técnicos y materiales para demostrar que estamos al mismo nivel que nuestros jugadores/as y técnicos.

¿Cuál es tu labor actual en San José del Parque?
Soy profesor de Educación física y gerente de las instalaciones deportivas. Mi misión es favorecer y cuidar de nuestros alumnos/as para que tengan una amplia gama de actividades deportivas de calidad. El colegio cuenta con unas fantásticas instalaciones y el deporte desde siempre ha sido un medio que padres y alumnos han valorado fantásticamente.

Es un colegio de baloncesto ¿cómo se consigue que los niños se enganchen al baloncesto?
Está en el ADN del colegio. De padres a hijos y de hijos a hermanos ha sido nuestro gran medio de difusión. También es cierto que hemos tenido generaciones de grandes jugadores que han transmitido la pasión del baloncesto a nivel nacional. En nuestro colegio estuvo Fernando Martín antes de irse al Club Estudiantes y Luis Guil como entrenador y director técnico de la escuela y equipos de base.

¿Qué has podido aprovechar de tu carrera arbitral para tu trabajo como director deportivo de un colegio?
Ha sido una vida paralela y que se ha ido nutriendo en ambos sentidos por lo mejor del deporte y en especial el baloncesto, mi gran pasión. Es gracioso pues a mi siempre me encantaba arbitrar en categorías inferiores, ir a campeonatos infantiles (cadetes y junior) porque en algún momento sabia que los grandes jugadores que participaban en ellos me los encontraría mas adelante. Esto creo que era motivado porque quería trasladar los valores tan importantes que deben tener jugadores y alumnos en la formación deportiva y educativa.

Porque lo que está claro es que el impacto personal del arbitraje en ti ha sido muy grande ¿no?
Seguro. Han sido muchos años y muchísimas experiencias vividas. Grandes amigos del arbitraje que han formado parte de mi vida y siguen haciéndolo. Porque muchos nos seguimos viendo y con otros que están lejos de Madrid continuamos manteniendo contacto, recordando lo mucho que el arbitraje nos ha unido.

Por último, ¿cómo ve el futuro Juan Luis Redondo?
Nos tenemos que centrar en la realidad del arbitraje español: nuestros árbitros y auxiliares, pues son ellos los protagonistas y a los que debemos felicitar por su gran compromiso, dedicación y trabajo durante estos últimos años. El arbitraje español está pasando por su momento más dulce en credibilidad y empatía con el juego y en especial con nuestros grandes jugadores/as que cada fin de semana saltan a la cancha para ofrecernos el mejor baloncesto.