El árbitro Gallego, Carlos Cortés está participando durante toda esta semana en la vigesimoquinta edición del Torneo Albert Schwitzer que sirve como último escalón para convertirse en árbitro internacional. En él están participando una treintena de árbitros de los cuales sólo cuatro de ellos pertenecen a nuestro continente. Para Cortés está siendo una vivencia muy enriquecedora “en primer lugar los ciudadanos de Mannheim se vuelcan con el torneo, se respira un ambiente de baloncesto impresionante”. Y en el apartado puramente arbitral el trabajo que la FIBA ha preparado es de máximo aprovechamiento “cada mañana nos reunimos un par de horas y analizamos los partidos del día anterior”, afirma el gallego.

La convivencia es otro de los puntos fuertes del torneo: “el poder convivir tanto tiempo con árbitros de otros países y conocer sus estructuras y formas de trabajo de sus Federaciones también es importante, te das cuenta que el nivel en España es importante y que debemos aprovechar mejor todas las herramientas formativas de las que disponemos, porque en otros países con otras competiciones menos exigentes y menos medios también hay buenos árbitros”.

Una de las cosas que han sorprendido a nuestro árbitro es la visión que se tiene de la figura del árbitro español: “destacar el prestigio que tiene el árbitro español dentro del arbitraje europeo, todos conocen nuestras competiciones y organización”.

Como no podía ser menos, Cortés se siente arropado por el resto de españoles que se han desplazado hasta Alemania para disfrutar del torneo: “Quería agradecer a toda la expedición, empezando por Alberto Gómez , pasando por entrenadores, delegados y jugadores, hasta algún padre de los jugadores que siempre vienen a interesarse como me va o si necesito algo”.

Carlos Cortés terminará esta experiencia el próximo domingo 11 de abril, fecha en la que finalizará el torneo y regresará a España con el resto de la expedición.