Juanma Uruñuela tiene grabada en su memoria una grada con 18.000 espectadores rugiendo para animar a deportistas de élite que dan lecciones de vida. Es su recuerdo de la final masculina de baloncesto de los Juegos Paralímpicos de Londres, disputada entre Australia y Canadá, en la que el colegiado alavés fue el árbitro principal. "Es una experiencia única", subraya, a la vez que se "indigna" por el escaso reconocimiento mediático que reciben esos competidores a los que tanto admira. Ha estado acompañado por Tónia Gómez, como supervisora del trabajo arbitral.



¿Qué diferencias, más allá del juego, hay entre una final olímpica y la paralímpica?

La diferencia es que unos juegan por encima del aro y otros por debajo, pero el ambiente es igual, el show es el mismo. Es una gozada. Son 18.000 espectadores rugiendo y desde que te dan la noticia eres consciente de la importancia del evento.

¿Y cambiaría esta experiencia por arbitrar en unos Juegos Olímpicos?

No me veo en unos Juegos Olímpicos y ésta es una experiencia única. Sobre todo después de haber tenido una lesión grave durante el año, arbitrar una final paralímpica veinte años después de estar en Barcelona es una pasada.

¿Qué ha cambiado en esos veinte años?

El baloncesto ha evolucionado mucho. Yo entonces, con 25 años, no sabía lo que eran unos Juegos Paralímpicos. No me enteraba, pero ahora soy consciente de lo que supuso Barcelona.



Cuando vuelve a Vitoria y le preguntan por la experiencia, ¿qué cuenta?

Que vuelvo satisfecho a todos los niveles, he crecido como persona. Día a día recibes lecciones de jugadores, técnicos, voluntarios, espectadores... Yo he arbitrado en los cinco continentes y no he visto público como el inglés. Están muy por encima en cuanto a cultura deportiva, a años luz de la nuestra, por ejemplo. Animan de verdad y a todos los participantes .Y están muy concienciados, igual que los medios de comunicación, no como aquí, que solo se acuerdan cada cuatro años. Hablamos de deportistas de elite, los mejores del mundo de cada especialidad, y son ejemplos de superación. Convives con ellos, comes con ellos y te desplazas con ellos... Es una lección de vida que no se puede olvidar.

Que no tengan el reconocimiento mediático y social que merecen, ¿le apena, le enfada...?

La pena no van con ellos. Como deportistas de elite que son, me indigna. Se les debería de tratar como tal.



¿Qué se le viene a la cabeza cuando viene y ve al fubolista que está triste o al que pide más dinero?

Que tendrían que convivir con los paralímpicos para aprender a valorar lo que es esfuerzo de verdad.

¿Cree que medios y público en general seguimos viendo el deporte paralímpico como una anécdota o una curiosidad?

Se sigue viendo como ‘esos pobrecitos’ y es precisamente como no debería verse nunca. Son deportistas de elite que nos dan lecciones de vida. Los ciegos que juegan a fútbol detrás su guía, que es su segunda piel; los paralíticos cerebrales jugando a boccia, la coordinación de nadadores o atletas a los que les faltan partes de su cuerpo... Convivir un día con ellos te cambia. Ver todo lo que tienen que hacer, cómo superan sus problemas del día a día y todavía tienen tiempo para el deporte.

¿Le vale todo esto cuando vuelva al día a día de la FEB?

Sin ninguna duda. Me vale deportiva y personalmente y creceré en todos los ámbitos si he conseguido aprender sus lecciones. Además quiero aprovechar la ocasión para agradecer a la FEB, a sus técnicos arbitrales y especialmente a mis compañeros, ya que han sido una parte importante de este logro y algo de ello les pertenece.
También quisiera destacar el trabajo realizado por Tónia Gomez, como supervisora del Torneo, ya que ha realizado un importante trabajo, y goza del mayor de los respetos por parte de los participantes.

¿Habrá mas citas de este calibre para Juanma Uruñuela ?

De momento el Campeonato de Europa del año que viene es en Frankfurt y con eso me quedo.


Para terminar la entrevista, os dejamos con un par de videos de la final entre Canada y Australia: