Conde en los Campus de verano de la NBA
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27/08/2012
Nuestro árbitro internacional Antonio Conde ha participado junto con otros seis árbitros europeos en uno de los dos campus que la NBA ha organizado este verano.
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Bueno, un poco tarde pero ya estoy puesto para narrar algunos detalles de lo que fue mi aventura arbitral al otro lado del charco, en la liga de verano de la NBA celebrada en Orlando (Florida) del 8 al 14 de julio.
Os podéis imaginar la experiencia, compartiendo charlas, exposiciones, reuniones técnicas, partidos arbitrados, análisis de vídeos, cafés, ...
Lo primero que me viene a la mente es la enorme hospitalidad con que nos trató todo el mundo, técnicos, compañeros, participantes, haciéndonos sentir realmente como uno más, sin distinciones de ningún tipo tanto dentro como fuera de la pista. Son realmente una gente fantástica, quizá sea que a uno y otro lado del charco, tampoco hay tantas diferencias entre la gente que formamos la familia arbitral.
Éramos seis europeos en esta aventura, la primera vez que NBA ofrecía esta posibilidad de forma institucional a la FIBA, la cuál distribuyó las plazas entre los diferentes continentes. Desde aquí agradecer a FIBA Europe y la FEB la oportunidad que me han brindado, seleccionándome entre los candidatos presentados, para enriquecer mi visión del arbitraje con todos los mensajes recibidos en mi estancia en la cita. Realmente animo a que, en sucesivas ediciones, todo aquél que se lo esté pensando se anime a dar el paso porque merece absolutamente la pena.
Voy a describir un poco en qué consistió la experiencia. En primer lugar imaginaos la toma de contacto con todos los demás participantes, chavales que se jugaban su futuro en ese evento, otros que acababan de incorporarse al programa de trabajo de la NBA, algunos árbitros jóvenes de NBA que llevaban entre 1 y 3 temporadas en la liga, y nosotros, los FIBA o internacionales (como nos llamaban). Pues me costaría trabajo destacar de entre ellos quién era más abierto, cercano y accesible en todo momento. Gente dispuesta en todo momento a charlar, escuchar y explicar cualquier inquietud o duda que tuviésemos, y a indagar en nuestra visión del baloncesto.
Respecto de los técnicos, más de lo mismo. Siempre dispuestos a escuchar y aconsejar desde la franqueza y sinceridad. Enormes figuras del arbitraje de la liga, todos ellos exárbitros históricos de la liga como Ed Rush (increíble su visión del arbitraje, de la mecánica y de los movimientos de los árbitros), Joe Borgia (con un conocimiento del juego y los recursos técnicos de jugadores admirables), Joe Derosa (hasta hace bien poco un habitual en finales y partidos críticos)... Reuniones técnicas todas las mañanas, de 8 a 10 de la mañana, para luego, con la tripleta con la que arbitrase, desplazarse hasta el pabellón a actuar en el partido que le correspondiese. Tras la actuación, de nuevo casi dos horas de comentarios técnicos en un salón y con la grabación del partido para profundizar al máximo en lo desarrollado en la pista, sólo para los árbitros implicados en el encuentro y con el técnico que analizó in situ la actuación.
Y luego la pista, cerrada al público general pero repleta de representantes de jugadores, entrenadores y técnicos de ligas de medio planeta, algún histórico como Larry Bird, en fin, un tremendo olor a baloncesto. Era la pista de entrenamientos, sin graderío, y adjunta al gigantesto pabellón NBA, el Amway Center, la casa de los Orlando Magic.
La verdad es que la velocidad a la que juegan ya os la podéis imaginar, el nivel físico... Y eso que los partidos sólo eran de exhibición, nada de campeones o finales, pero daba igual, jugaban cada posesión y cada acción como si fuese una oportunidad para abrir la mágica puerta de un buen contrato profesional, y todo esto con una educación hacia el trabajo arbitral digna de destacar.
Bueno, lo dicho, excelente experiencia para zambullirse en su manera de trabajar, en su filosofía del arbitraje, y que tiene como objetivo el aplicar las reglas de juego en la mejor liga de baloncesto del planeta.
Un abrazo a todos/as, buen final del verano, y suerte para la temporada que empieza.
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